El desarrollo seguro (secure software development) es una práctica que consiste en incorporar controles de seguridad desde las primeras fases del ciclo de vida del software (SDLC). Esta estrategia busca reducir el riesgo de que errores humanos o malas prácticas de programación se conviertan en brechas explotables.
Según el Informe Global de Riesgos del Foro Económico Mundial (2022), el 95% de los incidentes cibernéticos tienen como causa raíz una falla humana. Esto subraya la necesidad de capacitar a los equipos de desarrollo y establecer estándares seguros como parte de su trabajo diario.
Errores comunes que se evitan con desarrollo seguro:
- Validación incorrecta de entradas (inyecciones SQL, XSS).
- Contraseñas expuestas en el código fuente.
- Manejo inadecuado de excepciones.
- Bibliotecas vulnerables o desactualizadas.
Prevenir estos problemas desde la raíz es mucho más efectivo (y económico) que corregirlos una vez que el software está en producción.
Diseño de seguridad para sistemas de software: más allá del código
Hoy en día, el mercado exige entregas de software más rápidas, frecuentes y robustas. Esta presión ha llevado a las organizaciones a adoptar metodologías ágiles y DevOps, pero en ese camino, muchas veces se ha descuidado un aspecto fundamental: el diseño de seguridad desde el inicio del desarrollo.
Según una investigación publicada en 2023 por la Universidad Autónoma de Chile, el éxito de los equipos de software no solo depende de la experiencia de los programadores, sino de contar con métodos estructurados que incorporen prácticas, herramientas y técnicas apropiadas para asegurar la calidad y competitividad de los productos desarrollados.
Esto es clave, porque una aplicación puede ser funcional y atractiva, pero si está mal diseñada desde el punto de vista de la seguridad, puede poner en riesgo:
- Los activos de la organización (como datos confidenciales).
- La confianza de los usuarios o clientes.
- Las operaciones críticas y la continuidad del negocio.
Otras aplicaciones e integraciones conectadas al sistema.
- El diseño de seguridad —o security by design— implica anticiparse a estos riesgos desde las primeras decisiones de arquitectura, no como una reacción a incidentes posteriores. Esto incluye:
- Aplicar principios como el mínimo privilegio, defensa en profundidad y separación de responsabilidades.
- Considerar desde el inicio los controles de acceso, cifrado, trazabilidad y manejo seguro de errores.
- Documentar y revisar las decisiones de seguridad de manera transversal, no solo al final del proyecto.
Una cultura de desarrollo seguro comienza con la conciencia del impacto real que puede tener un fallo de diseño, y continúa con la implementación sistemática de prácticas que lo eviten.

Un llamado a la acción compartido: gobierno, academia, industria y sociedad
Proteger el ecosistema digital no es tarea de un solo actor. La seguridad debe ser un compromiso compartido entre:
- Gobierno, impulsando regulaciones, marcos normativos y planes nacionales de ciberseguridad.
- Academia, formando profesionales capacitados en desarrollo seguro y ciberseguridad.
- Industria, implementando estándares y promoviendo una cultura de calidad y prevención.
- Sociedad civil, concientizándose sobre riesgos y mejores prácticas digitales.
Chile avanza en estos aspectos, aunque aún queda camino por recorrer en masificar la formación técnica, actualizar los marcos regulatorios y fomentar la corresponsabilidad digital.
Cultura de desarrollo seguro: una prioridad ineludible
Adoptar una cultura de desarrollo seguro no es una opción, es una necesidad urgente. Esto requiere formación continua, metodologías claras, marcos normativos sólidos y un compromiso colectivo. La ciberseguridad comienza con cada línea de código, y solo integrando la seguridad desde el diseño, podremos avanzar desde la vulnerabilidad hacia la resiliencia digital.
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